Muchos están familiarizados con esta situación cuando el dolor en la espalda baja surge bruscamente debido a una inclinación o rotación fallida del tronco. Pero a veces este dolor es tan palpable que hay que quedarse quieto y permanecer en una posición incómoda. Si intenta enderezarse o simplemente comienza a moverse, el dolor vuelve a aparecer. Así es como puede comenzar la osteocondrosis de la columna lumbar.
¿Qué causa la aparición de esta enfermedad? La causa más común es la distribución desproporcionada de cargas vertebrales. He aquí un ejemplo sencillo:
Una proporción significativa de personas lleva un estilo de vida predominantemente sedentario. Como resultado, algunos músculos están completamente inactivos, mientras que otros, por el contrario, están constantemente en un estado de tensión. Es decir, resulta que el tono muscular no se distribuye correctamente. Esto, a su vez, conduce al hecho de que áreas específicas de la columna están sometidas a mucha más tensión de la necesaria.
Nuestra columna está diseñada de tal manera que puede soportar cargas colosales durante un tiempo determinado. Pero esta capacidad se manifiesta, por regla general, en casos aislados. Cuando la sobrecarga es constante, los discos intervertebrales experimentan una presión considerable y, finalmente, comienzan a sobresalir entre las vértebras (es decir, se forman hernias). Además, el daño a los discos intervertebrales conduce a la compresión de los nervios espinales, lo que resulta en el llamado síndrome radicular. Finalmente, el área enferma de la espalda se vuelve limitada en movilidad, la persona experimenta dolor e incomodidad.
Los síntomas de la enfermedad.
El síntoma más común de la osteocondrosis lumbar es un dolor sordo localizado en la zona lumbar. En algunos casos, este dolor se irradia a las piernas.
Además, los pacientes se quejan de dolor en las piernas que experimentan al levantar pesos pesados, así como al toser o estornudar, al cambiar de posición corporal, especialmente después de una larga estancia en una posición.
Una exacerbación de la osteocondrosis se acompaña de síntomas como la incapacidad para realizar movimientos innecesarios y el sobreesfuerzo de los músculos espinales. Cuando se expone al frío, puede aparecer el llamado lumbago, es decir, dolor agudo en la zona lumbar.
Otros signos de la enfermedad incluyen:
- la aparición de piel de gallina y hormigueo en los pies;
- insuficiencia de la sensibilidad en los muslos, piernas y glúteos. En casos raros, también en el pie;
- calambres arteriales en los pies (hasta la desaparición del pulso), escalofríos en las piernas;
- violación de la sudoración;
- la aparición de piel seca y su descamación en lugares de localización del dolor. Es posible la pérdida de sensibilidad.
Otros signos son típicos para aquellos casos en los que la osteocondrosis se asocia con pellizco de la médula espinal:
- Falta de orinar y defecar;
- Sensibilidad incorrecta de los genitales o la vejiga.
Finalmente, es necesario tener en cuenta los síntomas adicionales que surgen de la inestabilidad de las vértebras:
- en los hombres, una violación de la potencia actúa como un signo;
- en las mujeres: problemas con los ovarios, el útero y los apéndices.
Tratamiento de la osteocondrosis lumbar
El tratamiento de la enfermedad en cuestión tiene como objetivo:
- eliminación de aquellos factores que afectan los nervios espinales;
- restauración de la actividad física en toda regla;
- eliminación de todos los cambios patológicos emergentes.
Todas estas tareas se resuelven en cada etapa del tratamiento de la osteocondrosis, como resultado de lo cual se logra el objetivo común: la recuperación completa del paciente.
Hay 4 etapas de tratamiento, cada una de las cuales consideraremos.
La primera etapa es la provisión de atención médica destinada a eliminar el síntoma de dolor. Dicha asistencia se brinda en cualquier institución médica y también se puede brindar de forma independiente. Hablamos de tomar cócteles anestésicos, aplicar compresas y frotar.
En la segunda etapa, ya está en curso el tratamiento sintomático, durante el cual se aplican bloqueos analgésicos y se inyectan fármacos vasodilatadores, por ejemplo, baralgin o una solución de ácido nicotínico. También se utilizan fármacos deshidratantes.
Aquí también se pueden aplicar métodos quirúrgicos de tratamiento. Éstas incluyen:
- descompresión de vasos constreñidos, nervios;
- eliminación de una hernia;
- eliminación de cicatrices, adherencias y crecimientos óseos: todo lo que causa dolor;
- el uso de prótesis de discos intervertebrales;
- asegurando la fijación de las vértebras afectadas.
La duración del período de rehabilitación depende del tipo de intervención quirúrgica que se utilizará. Hoy en día, las intervenciones con láser poco traumáticas están muy extendidas, cuando se realiza una microincisión con tecnología láser. En tales casos, la rehabilitación toma solo unos días.
La tercera etapa es el tratamiento por parte de un neurólogo. En esta etapa, se determina la forma y etapa específicas de la osteocondrosis, se introducen hormonas de acción prolongada y se prescribe la terapia adecuada. E inmediatamente después de esta etapa, pasan a la siguiente, cuarta, en cuyo marco se restauran las funciones perdidas.
Ejercicios fisicos
Es la gimnasia terapéutica la que determina el contenido de la cuarta etapa en el tratamiento de la osteocondrosis. En general, el ejercicio es el método más eficaz para eliminar las alteraciones que han surgido. Por supuesto, lograr un resultado positivo solo es posible si realiza regularmente el conjunto de ejercicios adecuado. Como ejemplo, daremos uno de los posibles complejos:
Ejercicio 1
Posición inicial: acuéstese sobre una superficie plana y firme (boca arriba) y coloque las manos a los lados de su cuerpo.
Acción: arquee la espalda e intente estirar la columna lo más posible.
Cantidad: repita el ejercicio al menos 5-6 veces.
Ejercicio 2
Posición inicial: similar al ejercicio anterior.
Acciones: estire los brazos hacia arriba y comience a estirar suavemente. Trate de no forzar la espalda.
Cantidad: 3-4 repeticiones son suficientes.
Ejercicio # 3
Posición inicial: acuéstese boca abajo y baje los brazos a los lados.
Acción: redondear la espalda, al mismo tiempo tensar los hombros. Estire su columna de esta manera.
Cantidad: Lo mejor es hacer el ejercicio al menos 5 veces.
Ejercicio 4
Posición inicial: similar al ejercicio anterior.
Acciones: hacer giros suaves con la parte inferior del cuerpo (primero a la izquierda, luego a la derecha). Al mismo tiempo, esfuércese por mantener la espalda plana en el suelo.
Cantidad: la mejor opción es 3-4 repeticiones.
Por lo tanto, en el curso del tratamiento de la osteocondrosis lumbar, es importante identificar todos los signos de la enfermedad, examinarlos cuidadosamente y garantizar el efecto adecuado, incluso mediante la realización de ejercicios gimnásticos.